A los pies del volcán Ceboruco descansa un pueblo mágico que espera ser descubierto. Jala, “lugar donde abunda la arena”, es el lugar perfecto para admirar el pasado prehispánico e hispánico de México.
Su linaje está plasmado en la gran cantidad de monumentos históricos que posee, el más antiguo de estos es la iglesia del Convento la Limpia y Pura Concepción de María. También debemos mencionar otra de sus joyas arquitectónicas, la Basílica de Jala, construida con cantera color rosa, verde y amarillo, mezcla el estilo romano y gótico. En el Centro Histórico, las casonas virreinales neoclásicas, Patrimonio Histórico del INAH, te invitaran a capturar cada detalle.

Además en tu visita puedes admirar la Sierra Madre Occidental, famosa no sólo por su biodiversidad, sino también por ser hogar de los Huicholes.

No puedes irte de Jala sin probar una delicatessen muy peculiar, su exquisito maíz gigante. Este alimento prehispánico llega a medir hasta 60 centímetros de largo, es por eso que muchos le confieren poderes místicos a estas tierras, y es tan icónico que puedes encontrarlo también en sus artesanías.

Tip Viajero: Visita el Mercado Municipal para disfrutar de sus delicias gastronómicas. Puedes encontrar gorditas hechas a mano, tamales dorados, pozole o dulces típicos como los rosquetes y las bizcotelas.

A sólo 50 min de Tepic.

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